viernes, 3 de septiembre de 2010

TRES VIDAS DE SANTOS, DE EDUARDO MENDOZA



De nuevo para comenzar el curso vamos a leer una obra de mediana extensión y con bastantes dosis de humor. Se trata de la última obra de Eduardo Mendoza, una recopilación de tres relatos. Del autor catalán ya leímos en su momento Sin noticias de Gurb, con la que iniciamos el club allá por octubre de 2007, y que tan buena impresión nos dejó.

Espero que esta lectura sea de vuestro agrado. A continuación os dejo una breve reseña de la obra propuesta.



De extensión y ambientación muy diversa, los tres relatos que comprenden este volumen guardan en su temática un rasgo común. En ellos hay personajes que podrían calificarse de santos: no son mártires ni anacoretas, no inspiran devoción,pero son santos en la medida en que están dispuestos a renunciar a todo por una idea, que cultivan sus obsesiones en su relación con los demás; pueden ser considerados locos o genios, pero siempre transitan las zonas más oscuras del espíritu.

«La ballena» es el relato más cercano a las crónicas barcelonesas que han hecho célebre a Eduardo Mendoza, y se inicia en el Congreso Eucarístico de 1952; «El final de Dubslav», la más dramática y de más insólita ambientación geográfica –África–, es una narración de rotunda intensidad con un final impresionante; y por último, «El malentendido» es una profunda reflexión sobre la creación literaria y el difícil diálogo entre clases sociales, además de una variación seria del personaje del lumpen que inspira al detective sin nombre de El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras.

Hay en Eduardo Mendoza dos facetas como narrador: una paródica, y otra perfectamente seria, siempre con detalles irónicos o claramente humorísticos. Tres vidas de santos surge de esta última, ya que aquí Mendoza se expresa con voz parecida a la de sus relatos paródicos, pero invirtiendo la proporción entre broma y gravedad. Quien busque en este libro la inconfundible y personalísima voz de Eduardo Mendoza la hallará junto con su sensata capacidad de reflexión, su ternura y alguna sonrisa.

2 comentarios:

  1. Que conste que me gusta Eduardo Mendoza, considero que es un escritor muy versátil, polifacético, que lo mismo escribe desde el humor que desde el drama y en ambos casos lo hace divinamente. Pero en esta ocasión Tres vidas de santos me ha dejado un sabor agridulce, como positivo el humor, conseguido en la primera narración, el elogio de la lectura en la tercera narración, la lectura se hace amena y sencilla. Pero me ha gustado menos la trama tan forzada del último capítulo: preso redimido pero lejano ,poco verosímil. El segundo relato me ha oparecido la perfecta expresión de cinismo: mujer que quiere ser madre para dejar después al hijo poco menos que abandonado( ¿ para qué lo quería?), el hijo que vive su propia vida pero que se apresura a recoger el premio pero dejando notar su propia personalidad en un foro al que va de invitado . escribo de manera apresurada y probablemente estando muy equivocado en mis apreciaciones , pero son las que recuerdo y por ello las dejo aquí.
    juan CArlos.

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  2. Desde que publicaron el libro y lo vi a vender en las librerías pensé que era uno de esos que se encarga la autor para una fecha determinada, ¿puede ser la navidad?, y no me interesó leerlo pues suelen ser libros muy flojos de autores muy buenos, y me decepcionan. La primera historia me ha parecido la mejor. De todas formas le pongo un suspenso a Eduardo Mendoza, y lo siento pues es un escritor que me gusta mucho. ¿No es genial "La ciudad de los prodigios?.

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